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martes, 22 de enero de 2019

20 años después del amor romántico y los estereotipos...

Comencé a comprar revistas sobre moda y estilo a los doce años, eran los 90's y no comprendía porque a pesar de dejar de comer mi cuerpo nunca lució como las chicas extremadamente delgadas que veía en esas páginas cada mes.

Nadie me decía que era bonita o me hacía un cumplido a pesar que hacia de todo lo que aconsejaban las revistas para ser atractiva, incluso rituales mágicos en luna llena.

A mis 14 casi terminando la secundaria veía como a mis compañeras les enviaban cartas de amor, les  regalaban osos de peluche y yo seguia sin interesarle a nadie.

El bachillerato no fue distinto la mayoría de mis compañeras de clase tenían un novio que era de lo más detallista, las celaba, tenían peleas que terminaban con románticas citas o regalos cursis y en la universidad mi suplicio no cesó. 

A mis 19 seguía sin entender porque aún cuando hacía todas las dietas de moda mi cuerpo seguía siendo un desastre o al menos eso era lo que yo pensaba, no lograba entrar en una talla mediana o calzar unas botas altas por más que me esforzara.

Esas piernas regordetas, la cadera ancha y mi voluminoso trasero no concordaban con mis pechos copa A, además que mi rostro mostraba continuamente aparición de acné.

Desde que tengo memoria nunca me sentí perfecta, al contrario sentía las miradas, las críticas, las burlas y todo lo que hiciera para sentirme mejor no funcionaba.

Entonces él llegó, mi primer novio real, el que me invitaba a salir, me decía bonita e incluso dijo el tan ansiado TE AMO, era mi momento; por fin todo el esfuerzo había valido la pena. 

Paso bastante tiempo y me hice mucho daño antes de darme cuenta que él, ese maravilloso novio, no era el esposo perfecto, no era mi príncipe azul llegando a rescatarme; estar a su lado no iba a terminar con mis inseguridades. 

Decidimos separarnos y aún así seguía culpando a mi mala suerte y mi apariencia por no haber tenido el matrimonio perfecto. 

Yo, lo había hecho todo mal. 

Hoy ocho años después a mis casi 35 años, con una hija recién esta entrando en la adolescencia y a quien no le permito comprar revistas de moda; he comprendido que el AMOR no son regalos cursis y cartas. 

Hoy puedo ver mi cuerpo en el espejo y reconocer que las piernas regordetas con celulitis, la cadera ancha y mi fabuloso trasero que no combinan con mi pechos pequeños me hacen sentir increíblemente bella, que mi rostro siempre fue hermoso y yo no era capaz de darme cuenta. 

Hoy estoy feliz siendo soltera igual que lo estaría en una relación, porque se que no necesito un príncipe para rescatarme, se que el AMOR es compartir, se que una pareja es un compañero de viaje en el tren de la vida. 

Eso, es lo que deseo para mi hija y para todas las mujeres. Que se amen reconociendo sus virtudes y defectos, que sean tan valientes e independientes para no necesitar una pareja, que no permitan a nadie, ni a si mismas hacerlas sentir mal.

Que tengan una pareja porque quieren compartir su amor,  no porque necesiten sentirse amadas.

martes, 15 de mayo de 2018

Melodía Final

Muchas veces, he querido contar nuestra historia...

Comienzo a escribirla, deseando encontrar las palabras adecuadas y entonces te pienso, recordando que "nuestra historia" no existe.

Es solo la historia de dos personas con un punto de conexión, no fue nuestra historia;  juntos crecimos y vivimos momentos para recordar y sin embargo en el presente tenemos nada, solo las noches compartidas en una cama que nunca fue la nuestra.

Esas noches de arrebato, embragados el uno en el otro, acompañados del sabor a sal de los cuerpos y el aroma a tabaco, bebiendo alcohol y compartiendo piel.

Deje de esperar esas añoradas cartas escritas por ti, o la canción inventada para conquistarme; se bien lo que soy, una amante entregando todo, dejando el corazón en esa cama donde tomas mi cuerpo; no puedo esperar poemas o flores de quien solo recibo caricias y tiempo, aún así no dejo de amarte.

Ahora me iré, contra mi voluntad he obligado a este cuerpo anhelante de tus manos y a este corazón lleno de tu recuerdo, a emprender el vuelo; claro que te amo y no he de calcular cuanto; sin embargo estoy invadida de un amor aún mas grande impulsándome a partir; el amor hacia mi.

Te amo tanto, más ese amor no es suficiente y ha llegado el momento de cobrar la deuda, no puedes pasar tu vida amando a alguien sin recibir a cambio; al irme debo decirte que no dejare de amarte; solo me voy a llenarme de mi, a saciarme de mi soledad y quizá a encontrar un corazón dispuesto a compartir.

He decidido dejar hasta aquí el cuento, la historia inexistente del amor que te tengo, preciso olvidar el recuerdo de las interminables charlas y esas horas a tu lado;  no te pensaré mas, a partir de ahora solo guardare este retrato en el cajón de recuerdos.





lunes, 12 de febrero de 2018

De las noches en que te pienso...

Ya son tres años que llevo pensandote, escribiendo esta historia que en mi mente se creó, a veces mas rosa que roja, pero siempre entintada con el corazón.

No se si dejare de pensarte pronto o si tu recuerdo se haya instalado permanentemente en mi memoria, pero se que los te quieros siguen atorados en mi garganta; que el vacío se sigue sintiendo en mi pecho y que tu ni te enteras, la verdad.

Y como me vas a amar a mi si no te amas ni a ti mismo, te destruyes a ratos; te lastimas el alma y te hieres el cuerpo con ese veneno que tanto te gusta probar.

De las noches que te pienso, de esas en que el insomnio lleva tu nombre, cuando la paso mirando la luz de la luna entrar por mi ventana, de esas noches se alimenta mi amor por ti; de ilusiones como siempre, de sueños.

Cuando viene a mi mente tu aroma, la piel de tu espalda bajo mis dedos, tus manos sujetandome fuerte las muñecas, tu respiración en mi oido, tu pelo alborotado lleno de sudor, tu virilidad en mi utero, los latidos de tu corazón; hasta el lunar de tu pierna y los tatuajes de tus brazos los recuerdo bien.

Todo tú, con ese aire de autosuficiencia que te caracteriza, con los datos antiguos y las pláticas de historias viejas, la música en el auto y la crítica en las palabras.

Odio tu eterno monólogo de "yo todo lo hago bien", pero amo escucharte.

Detesto estar siempre asistiendo con una sonrisa boba en la cara mientras te observo...

Pero te echo de menos.



lunes, 30 de octubre de 2017

Viajando

      Esa noche recordé:
que también las historias cortas son bellas,
que hay melodía en otras notas,
que puedo recoger palabras en otra tierra.

      Y fui como el fuego:
intensa,
impredecible,
implacable.

      Me olvidé de tantas cosas:
del silencio llenando la habitación,
del aroma que despide el calor del sol,
del mar en el cual tantas veces navegué.

      Abrí mis alas que ya no sabían volar
      escalé montañas que creí inalcanzables
      derrumbé murallas impenetrable

      Esa noche, aprendí un nuevo idioma.

martes, 10 de octubre de 2017

AMOR

Te amo
Lo digo así, sin miedo y en voz alta
porque te amo en secreto y delante de todos
como amo la vida, como o amo el mar, así como la noche ama a la luna y las estrellas, así como el sol ama al día.

Me amo
Por ser valiente y mirarte a la cara, me amo porque no te necesito y porque no requiero tenerte a mi lado para sentir algo por ti.
Porque aprendí a amarme primero.

También nos amo
Cuando estamos lejos y no hablamos, nos amo cuando estamos juntos y no puedo dejar de tocar tu piel y tu de besar mis lunares; nos amo porque justo en ese momento tenemos todo sin pedirnos nada.

Nos amo porque somos libres.


martes, 20 de diciembre de 2016

Desnuda

Llegó el día...
la fecha tan esperada, la cita tan pospuesta,
el tiempo que me regalas, el tiempo que me basta

Me llené de tu voz,
de tu olor, de tu piel
guarde cada momento en mi memoria:
presagiando el adiós;

Recorrí cada centímetro por última vez,
sintiendo tu calor
y me aferre a tu cuerpo
deseando que ese segundo fuese eterno

Desnuda... tomé mi corazón
y lo puse entre tus manos;
mis ojos poco a poco se mojaron 
y desee con toda el alma haber callado

Me quede ahí entre mis nubes grises,
sintiendo el frío apoderarse de mi cuerpo
y te vi partir, llevándote contigo
un saco de pasado y mi delirio. 






lunes, 8 de febrero de 2016

Amistad.

Hoy quiero que hagamos un trato; lo he decidido porque se quien eres tú, eres esa persona que quiero conservar en mi vida, eres la que sabe perfectamente lo que quiero decir cuando habló, porque le digo todo como es.

Eres tan nerd y tan rebelde como yo lo he sido y somos tan diferentes; podemos platicar cualquier tema y sacar nuestras locas conclusiones que nos llevan a ningún lado, pero eso nos hace felices.
Deseo que seas mi amiga, esa amiga con la que hago planes locos o cosas locas sin planear, esa amiga a la que le digo cuando estoy feliz y a la que llamó cuando necesito ser escuchada. 

Y quiero ser tu amiga en la misma medida, deseo saber lo que pasa por tu cabecita loca llena de perritos y baile; quiero que sepas que puedes contar conmigo. 

Que no me psiconalises, porque ya se que tengo ideas locas; pero que me digas "te lo dije" cuando te platique que todo salió mal. 

Quiero ser tu amiga ahora y cuando pase el tiempo, no quiero ser tu única amiga y tampoco que tu lo seas para mí; sólo quiero ser "la amiga". 

Esa que es de verdad, esa amiga con la que te prestas ropa y zapatos que nunca devuelven y el cielo sabe que jamás seremos de la misma talla de ropa o zapatos, pero eso que importa. 

Te escribo esto porque sabes, soy muy cursi y también porque te quiero, se que cada persona llega a tu vida por algo y yo quiero estar en tu vida para ser tu amiga y que tu seas la mía. 

Si aceptas, tengo tu regalo: mi corazón.